Page 15 - Revista Completa
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La biblioteca: «Un ave ante el rayo de la tormenta»
eléctrica que despliega el cerebro humano, Los lectores pueden ser como las aves en li-
es un concentrado de energía capaz de ilu- bertad, aun en medio de la más negra de las
minar el fondo de la noche más oscura. tormentas; o bien, tímidos pájaros domesti-
cados dentro de mínimas jaulas, en espera
Hay rayos que iluminan tímidos el horizonte del grano de alpiste que su captor les ofrece.
–y no nos afectan, pero cimbran a otros– en Podemos comparar la biblioteca con el cere-
cambio, hay relámpagos que hacen temblar bro de la escuela. El cerebro es el órgano que
la tierra donde estamos parados –que otros tiene la función de pensar racionalmente, de
contemplan distantes, sin que les afecte–. generar las emociones y los sentimientos del
De eso se trata la biblioteca escolar: no to- organismo; también se encarga de mantener
dos los cerebros se ven iluminados por la los procesos metabólicos de la vida.
misma luz del rayo contenido entre las pági-
nas de un libro. Sin la biblioteca, la escuela no alcanza la con-
dición de organismo vivo, pensante y emo-
Cada lector cosecha de la biblioteca el fruto cional; para que la biblioteca escolar cumpla
que su cerebro y su corazón requieren; así su cometido, la tarea del bibliotecario es muy
como no todos los tipos de tierra ni todas importante. Existen diferentes tipos de me-
las estaciones del año sirven para sembrar diadores que acercan o alejan a los lectores:
–y cosechar– el mismo grano: no todas las
mentes de los lectores leen el mismo tipo de
libros; no es casual que las palabras lector y a. Bibliotecario militar.
recolector estén emparentadas de manera
más que cercana. Siempre está de mal humor, se le revuelve el
estómago si alguien entra a la biblioteca o
si pide un libro del que no se sabe los datos
completos. No le gusta que las personas to-
men los libros por su cuenta. De ser posible
pone un escritorio o mostrador para que na-
die pase y ¡ay de aquél que se atreva a cruzar
la frontera!
El reglamento es lo principal y para ello se
asegura que esté a la vista, lo más grande
posible. Persigue a los que deben libros, y
como si fuese integrante del servicio secre-
to, investiga hasta dónde viven y si pudiera,
contaría diariamente los libros. No debe ha-
ber ruido en la biblioteca.
b. Bibliotecario almacenista.
Su mente es una supercomputadora que sabe
dónde está cada libro; tiene una base de da-
Dibujo elaborado por: tos actualizada, los libros sin polvo y cada uno
Jonathan Armando Contreras Ávila en su lugar. Dedica gran parte del día a revi-
Escuela: Silvestre Revueltas sar que ninguno esté fuera de su sitio. Quien
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Saber Para Todos septiembre—diciembre 2018 Secretaría de Educación