Page 17 - Revista No.2 2019

La importancia de la evaluación formativa en las aulas de educación básica
ción, además de ser descriptiva debe ser cla-
ra, de manera que al estudiante no le queden
dudas de aquello que debe mejorar; además,
es ajustable considerando el progreso de los
estudiantes.
La devolución como proceso fundamental de
la evaluación formativa es el puente entre la
enseñanza del docente y el aprendizaje de
los estudiantes. Sin una devolución apropia-
da y su atención por parte de los estudian-
tes, no hay evaluación formativa; es aquí
donde toman sentido las segundas oportu-
nidades y la elaboración de segundas versio-
nes del trabajo, versiones que son resultado
de las sugerencias hechas a los estudiantes
y el trabajo invertido por éstos.
El sentido de la devolución en la enseñanza ex-
presa todas las acciones emergentes plantea-
das por el docente cuando se da cuenta de que
sus estrategias no obtuvieron los resultados
esperados en los estudiantes. Los docentes re-
conocen las señales de cuándo sus estrategias
de enseñanza no cautivan a los estudiantes;
se asumen como parte del conflicto y evitan
dar toda la responsabilidad del aprendizaje a
los estudiantes. La devolución en la enseñanza
también es una segunda oportunidad para re-
plantear el trabajo como docentes.
Contribuciones potenciales
de la evaluación formativa del
aprendizaje
Las segundas oportunidades basadas en
buenas devoluciones resumen la esencia de
los puentes entre la enseñanza y el aprendi-
zaje. Desde la planeación de la enseñanza,
conviene que los docentes consideren las
estrategias propuestas por Ravela, Picaroni
y Loureiro (2017) para el desarrollo de una
evaluación formativa:
1. Clarificar y comprender las intenciones
educativas y criterios de logro; lo que el
Secretaría de Educación Número 2
docente espera de los estudiantes, combi-
nando el lenguaje amigable con el formal.
2. Implementar actividades que ofrezcan
evidencias de lo que cada estudiante
está aprendiendo. Evitar preguntas que
se responden con «sí» o «no»; propiciar
una comparación; y utilizar afirmaciones
controversiales para reflexionar, tomar
posición y argumentar.
3. Proporcionar devoluciones. Reducir el uso
de calificaciones y orientar qué debe ha-
cer el estudiante a continuación. La devo-
lución debe significar más trabajo para el
estudiante que para el docente.
4. Co-evaluación. Activar a los estudiantes
como fuente de aprendizaje para sus pa-
res. Estrategias de «aprendizaje coope-
rativo». No calificar. Destacar aspectos
positivos y sugerencias de mejora.
5. Autoevaluación. Activar a cada estudian-
te como responsable de su propio apren-
dizaje. Propiciar la motivación (intrínseca
y extrínseca) y la metacognición (apren-
der a aprender).
El desarrollo de una estrategia de evaluación
formativa tiene como característica una rela-
ción adecuada entre calificación, orientación
y devolución. Los docentes, según Ravela,
Picaroni y Loureiro (2019), tenemos una in-
clinación por brindar a nuestros estudiantes
muchas calificaciones, pocas orientaciones
y menos devoluciones. Si un docente está
preocupado por evaluar de manera formati-
va, deberá invertir el orden de los conceptos:
brindar menos calificaciones, más orienta-
ciones y más devoluciones.
Pensar en cómo realizar más orientaciones
y devoluciones, y utilizar las cinco estrate-
gias presentadas, nos lleva a reconocer a
la rúbrica como una de las herramientas de
mayor utilidad para la evaluación formativa.
El principal reto en la construcción de las rú-
bricas consiste en precisar en cada una de
las celdas (que representan el cruce de una
dimensión o indicador a evaluar con un nivel
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